Para dar de comer a la generación de jóvenes que llegan cada año a Residencia Plural lo hemos probado casi todo. Es un tema delicado e importante: son diez meses de estancia, hay que conseguir que coman de forma equilibrada y variada, que el precio sea asequible, que les guste y que no se cansen. Finalmente, hemos encontrado la fórmula que íbamos buscando de la mano de Teresa Carratala:«Hay que recuperar esa idea de sentarse a la mesa a comer y  preguntarse qué hay hoy. Lo que hacían nuestras abuelas era salud pura: un menú equilibrado compuesto de un entrante y un plato principal, que es lo que necesita nuestro cuerpo en cada comida”. Se trata de un menú mensual con «particularidades», donde hay un margen para la personalización, porque a Teresa lo que más le interesa es saber para quién cocina». Aquí tenéis un vídeo con las opiniones de los estudiantes. Si queréis saber más podéis visitar nuestra web